El café de CIAPEC se cultiva en un entorno montañoso privilegiado, a altitudes que oscilan entre los 1,400 y 1,700 metros sobre el nivel del mar. Estas altitudes, combinadas con la presencia de bosques nublados, crean condiciones climáticas excepcionales para el cultivo de café de alta calidad.

Las temperaturas moderadas, que varían entre 15°C y 24°C, y la combinación de lluvias regulares con períodos secos, favorecen el crecimiento lento de los granos. Este proceso permite que el café desarrolle sabores más complejos y una acidez balanceada, características apreciadas en los mercados internacionales.

La sombra natural proporcionada por los árboles de los bosques nublados no solo protege las plantas del café del estrés térmico, sino que también mejora la fertilidad del suelo y conserva la humedad. Este entorno único asegura que el café cultivado en estas altitudes destaque por su perfil sensorial y su calidad excepcional.